FUN
FUN[1]
A pesar de su entusiasmo y el de sus alumnos, Freud llegó a sentir la incapacidad del psicoanálisis para aportar la más mínima mejora que se pueda esperar en la vida moral y en la organización social. Incluso se vio obligado a calificar a sus semejantes de “escoria” (agradezco por adelantado a quien me diga el término alemán que utilizó), la historia del movimiento en torno a él es de permanentes revisiones realizadas para desestabilizarlo y desacreditarlo. Reconozcamos que la obligación de entregar su herencia intelectual a una de sus hijas, analizada por él y lesbiana por añadidura, además de obsesiva hasta lo máximo, da testimonio de una paranoia que ha marcado la doctrina.
Por supuesto, Lacan sacó lección de una situación con la que tuvo que sufrir inmediatamente, pero a pesar del extraordinario aliento introducido por su avanzada no pudo tener mejor éxito, y la lección de su trabajo al igual que el de los grupos que lo explotan tampoco parece mejor.
¿Exceptuando el nuestro? Si se tiene en cuenta la cara sombría y los sombríos pronósticos de aquellos cuya mirada está fija en mi porvenir, peor de mi persona, todo eso ya está arruinado.
Pues bien, partamos de mi persona. Ella se distingue por aquello que ha sido su incapacidad de despegar del punto al que hemos sido llevados para aproximarnos a la pregunta: ¿el síntoma será la fatalidad del hablaser?
A juzgar por nuestro resultado: seguramente. Pero quizás sería sobre todo el mío, el de ustedes, lo cual, aunque sólo fuera por el FUN, hay mucho que hacer. También no pudiera yo sino querer que el FUN sea director de las investiduras por venir. Eso necesariamente me regocijaría.
Traducción al español: Iris Sánchez
[1] N.d.T.: Son las siglas de France Université Numérique, plataforma creada por el Ministerio de Enseñanza Superior e Investigación. Por otro lado, “Fun”, en inglés significa “diversión”.