¿Debemos lavarnos las manos de eso?
¿Debemos lavarnos las manos de eso?
Se puede observar una crisis de la cultura occidental marcada por la suspensión de la transferencia que hasta ahora la fundamentaba, monoteísta, para desembocar en la multiplicación de las opiniones, cada individuo se vuelve su propio ídolo en sumo grado.
Es así que la epidemia ilustra la carencia de la ciencia para dar una respuesta única, recordándonos que la ciencia no es una instancia, sino que está hecha de una recolección de personalidades más o menos parlanchinas; ilustra el desorden de los comportamientos cuyo carácter de pánico los medios de comunicación entretienen, y también las debilidades del poder político vuelto incrédulo puesto que es tan versátil como sus consejeros.
Pero quizás lo más sorprendente es que la misma muerte ya no parece el concepto de un real, ignorado o definido por conductas contestatarias en el rechazo de admitir que su poder, en cambio, no es broma.
Así gracias a la elección de la ciencia a título de saber absoluto, ya nada se sostiene, ni siquiera la muerte, a menos que su proporción estadística llegue a parecer concernir ya no a los individuos sino al conjunto.
Cuando estemos ahí la crisis será política, y se puede prever el referéndum, por qué no por iniciativa popular, que nos dará un general, nos hará volver a encontrar el sentido de lo general. Éste será el costo pagado por “la cultura” por haber preferido ignorar al psicoanálisis, a Lacan entre otros.
Charles Melman
22 de marzo de 2020
Traduction faite par Iris Sánchez