La relación con el texto
La relación con el texto
No hay relación-sexual, pero de seguro sí textual. El texto que se presta al Otro es evidentemente imaginario, pero es siempre prescriptor de una conducta. Para cumplir con él basta con realizar un ritual, cada uno puede luego pasar a sus asuntos. Él ha sacrificado lo suficiente.
La laicización de la enseñanza no ha contrariado para nada esta herencia muy a menudo religiosa. De modo tal que se le pide al alumno las pruebas de una acumulación, ahora sabe repetir, con el riesgo de que luego se comporte de acuerdo a su fantasía.
La disociación entre saber y práctica se vuelve así una norma propia para inspirar métodos de iniciación directa. No hagamos bromas: es probable que su principio haya gobernado la transmisión sexual en Atenas. No se tocaba más a un efebo a partir del momento en que tenía vellos.
El psicoanálisis es la única disciplina que corrige el malentendido: el real del sujeto práctico está ahí invitado para encontrar su guía no en el texto imaginario prestado al Otro, sino en la carencia que lo ha inspirado quizás con el fin de defenderse. Este tipo de transmisión es lo opuesto de aquel tradicional y que así se pretende de maestro a impetrador.
Si eso es exacto, es una pena que esta originalidad no sea más apreciable en un coloquio, incluso en una relación.
Traducción al español: Iris Sánchez