Las diferentes asociaciones analíticas trabajan cada vez más las evoluciones posibles y necesarias de nuestra disciplina, frente a las transformaciones de nuestro mundo y de las subjetividades. ¡Tienen mucha razón! Pero, ¿cuál es el peso de los prejuicios, de las creencias personales en los trabajos de cada uno?

Freud, patriarca y hombre de su tiempo, sin embargo, supo proponer su escucha “neutral y benevolente” a las mujeres, a los homosexuales, a los niños, más allá de las cortapisas morales de su época. En cuanto a Lacan, burgués del Siglo XX y preocupado por las tradiciones, ¿acaso no fue uno de los analistas más inventivos y subversivos?

Algunos hoy en día pregonan un psicoanálisis feminista, incluso sororal (¡se acabó la fraternidad!) y más aún emancipado de sus grandes conceptos (elaborados en tiempos del patriarcado); pero esperamos con impaciencia conocer con qué conceptos ellos darán cuenta de nuestra clínica.

Estudiar las nuevas maneras de trabajar con la palabra y el lenguaje, con la castración, la transferencia, la pulsión, el Nombre-del-Padre, la sexuación, el deseo, el goce, etc… implica poder servirse de todas estas nociones elaboradas, no sin dificultades ni buenas razones, por nuestros “viejos maestros”. Aun a riesgo de cuestionarlos de manera renovada y eventualmente agregar, si tenemos ese talento, algunos conceptos nuevos que se comprueben justos y útiles. Pero rechazar aquellas diversas nociones, so pretexto de que serían anticuadas y, por tanto, estarían superadas, no puede constituir en ningún caso un progreso.

Una de las preguntas más importantes que hoy en día se nos plantea, es saber si podremos estar a la altura de lo que se dice en nuestros divanes, y si seremos capaces de debatir de manera seria y argumentada, nuestras preguntas y divergencias…O si nos hundiremos, como algunos indicios lo hacen temer, en vulgares reivindicaciones y querellas ideológicas. Eso se reduciría entonces a querer hacer del psicoanálisis una “Weltanschauung”, contra las recomendaciones de Freud. Pero es cierto que eso fue hace mucho tiempo.

Thierry Roth

Traducción al español: Iris Sánchez