El psicoanalisis existe gracias a los analistas, a quienes lo practican. Aquellos que dia a dia tratan de escuchar a quienes vienen a verlos empujados pour un sufrimiento.
Es un ser que siendo al mismo tiempo un semejante frente a su paciente no se coloca en ese lugar sino que ocupa por un tiempo y un lugar definido una alteridad no simétrica.
Este ser se ubica en el lugar de lo que Lacan llama Gran Otro. Ese lugar y ese tiempo garantizan: una eficacia simbólica de su palabra en los efectos imaginarios necesarios a una ficción de la verdad y reales en ciertos casos de inscripción subjetiva.
Cada análisis tiene sus especificidades; momentos de apoyo, de entrevista frente a frente e incluso momentos en que acompañamos ciertos aspectos de la realidad de la vida cotidiana y de las decisiones que estas implican. Estos momentos encontraran su inscripción mas tarde y su necesidad aparecerá a posteriori.
Incluso los errores de un analista ( une exclamación abrupta o un silencio extraño ), puede dar cuenta, si esto es retomado durante el análisis, que es un ser que como sus pacientes tiene dificultades para resolver las encrucijadas propias a todo ser …humano.
La presencia del psicoanalista permite, gracias a los formaciones del inconsciente, que una palabra abra un espacio entre los significantes para hacer posible la metáfora.
El proceso de inscripción subjetiva puede hallarse destruido por un sinfín de razones: traumatismos por supuesto, pero también momentos en que el sujeto se encuentra borrado por la humillación, ausente o en estado de sidéracion.
En esos momentos de « sin ser » de la cura, un analista pasara por la palabra para desde su lugar de « sujeto supuesto saber » permitir una inscripción subjetiva. Una inscripción donde antes no había ningún sujeto para decirlo.
Es situandome en las coordenadas de la lección V que ubico las preguntas que acompañan mi trabajo frente a este momento de un análisis.
En la lección del 10 de enero de 1968 Lacan va a hacer un alusión al estadio del espejo para introducir una distinción entre dos « falsedades distintas ». Por un lado el ser « hinchado » de lo imaginario y el « je que no piensa ». Distintas pero en donde ese « je que no piensa » es el que da su lugar al ser « hinchado » de lo imaginario. Distinción registros diferentes. Registro simbólico e imaginario.
El estadio del espejo y el esquema óptico como modelo de la física sirvieron de modelos para visualizar la relación especular y su anudamiento a la relación simbólica. Desde ya en los años 1953 presentan la estructura del sujeto y el desarrollo de una cura articulando diferentes registros.
El sujeto tiene acceso a la ilusión que a condición de pasar par la imagen virtual o especular i’(a). Sin embargo esta relación depende del Gran Otro que dirige el espejo plano en el esquema óptico. Como lo señala Marc Darmon: « El sujeto coloca al analista en lugar de gran Otro, haciendo de él « el lugar de su palabra ». La desaparición progresiva de este Otro como espejo embarca el sujeto en el espacio de sus significantes « que están detrás del espejo » hasta el lugar de I. »
Momentos de inscripción y/o de acto a posteriori : esa imagen especular que resulta del reconocimiento de un niño o de una niña de su imagen en el espejo tiene efecto de acto ya que crea un efecto de escansión que precede el advenimiento del sujeto.
Y como parece indicarlo en la lección del seminario del acto esa imagen especular ademas de ser punto de apoyo necesario hacia ese pasaje en la desaparición del Otro como espejo va a abrir otro giro: aquello que no es especularisable.
« Chacun sait que, quand je suis entré dans la psychanalyse avec una balayette qui s’appelait le stade du miroir, j’ai commencé par repérer … qu’il n’y a pas d’amour qui ne relève de cette dimension narcissique; que si l’on sait lire Freud, ce qui s’oppose au narcissisme, ce qui s’appelle la libido objectale, ce qui concerne ce qui est là au coin en bas à, l’objet a, car c’est ça la libido objectale, ça n’a rien à faire avec l’amour puisque l’amour c’est le narcissisme et que les deux s’opposent la libido narcissique et la libido objectale. » (Lección V p. 82)
Volviendo al esquema óptico y a su evolución en la obra de Lacan vemos que toda la investidura libidinal no pasa pour la imagen especular, hay une resto. Un objeto no visible en el espejo.
Del momento en que el análisis embarca al analisante en el espacio de sus significantes hasta el punto en el que sujeto asume la consecuencia de la pérdida varios giros y cambios de registros.
Lacan en una conferencia en 1953 frente a la Sociedad francesa de psicoanálisis presenta de manera esquemática el desarrollo de un análisis utilizando las categorías de Real, Simbólico et Imaginario.
En un principio el analista esta en posición de « sujeto supuesto saber » en la que el analisante lo coloca en la posición que se podría traducir por « es usted que sabe mi verdad » ( realizar lo simbólico ). Luego llega la fase imaginaria, la imaginación de la imagen, en donde siguiendo lo propuesto por Lacan en esa fecha: « El analista debe ser entonces capaz de comprender el juego que juega su sujeto, y su propio lugar en el juego »
Esta operación parece repetirse en momentos de una cura para ciertos sujetos en que vuelve a presentarse la ocasión para que un analista acompañe la entrada de un sujeto en el espacio de anudamiento de la relación especular a la relación simbólica.
En esos momentos en que un analista inscribe algo donde antes no había sujeto para decirlo estaríamos en un momento que a posteriori se situará en la dimension imaginaria y que reflejara le presencia del « falso ser ».