Miércoles 4 de agosto
Arturo De la Pava: Buenos días. Disculpen la demora. Hoy es nuestra última jornada de trabajo con el tema « El deseo del psicoanalista ». Nuestro colega amigo y colaborador, Ramiro Ramírez, hará la introducción del tema.
Ramiro Ramírez: Como todos sabemos, el tema del deseo del psicoanalista no es de fácil presentación por el hecho mismo de saber que, como analistas, ocupamos en la cura un lugar de objeto. En consecuencia, más que presentarlo plantearía una serie de preguntas, e incluso y porqué no, de dudas en torno a esa denominación de deseo del psicoanalista.
Quisiera contarles una pequeña anécdota alrededor de la creación que, en un momento dado, me ocupó para saber qué es eso, no solamente en el psicoanálisis sino también en otras ciencias y me encontré con un artículo muy bello de Thomas Kuhn Luego de la muerte de K. Popper, desea hacerle un homenaje con una conferencia en la que discute las tesis de su amigo, y es así como revisa una serie de tesis que Popper colocó al servicio de la comunidad de investigadores entorno de la creación científica. La sorpresa para mi fue leer como Kuhn lograba mostrar que la creación científica era del orden de la solución de acertijos, antes que de la prueba experimental, la creación como enigma de una formulación
Creo que si nosotros nos planteamos, igualmente, en el psicoanálisis la dificultad que como analistas tenemos de puntuar los momentos de eso que, por el momento podemos llamar « deseo del psicoanalista », también tendríamos que considerarlo del orden del enigma tal como se le planteó a Edipo: el enigma es el hombre.
Si es un enigma, también podríamos plantearlo como del orden de una pregunta, de una ecuación, como una X. Es decir que sabemos de su existencia, pero no sabemos qué puede ser. Entonces, tendríamos colocado el saber del analista como un enigma y como una X.
Si nos atenemos a la clínica que gracias a Lacan hemos venido ejerciendo, si se quiere, que hemos venido haciendo, sabemos que « el deseo del psicoanalista » es introducido por Lacan como un cuarto elemento. Sabemos que con Freud siempre se trabajaba en una tríada, pero conocemos que con la introducción del deseo del analista tenemos un cuarto elemento.
Todo esto nos llevaría mas bien, antes que a tener respuestas, a plantearnos una serie de preguntas en torno al deseo del analista. Una primera pregunta sería la de saber ¿si el deseo del analista estuviese siempre ahí? Otra pregunta es ¿si el deseo del analista sería del orden de la renuncia a un goce? Aún más, podríamos preguntarnos ¿cómo y en qué momento se manifiesta ese deseo? y además, nos preguntaríamos ¿qué lugar ocupa ese deseo en la cura?
De todas maneras volvamos a lo que dijimos al principio. Creo que tendremos que mantener la pregunta que flota en este momento, incluso en otras instancias o escuelas o instituciones, es si el analista es objeto: ¿por qué o de dónde viene ese deseo del analista en la cura?