El artefacto de la lógica
28 juin 2025

-

Virna Pinos Zárate
Textes

Me es imposible explicarlo mejor. ¿No comprende que yo…, yo no soy yo?

Alicia en el pais de las maravillas

 

En la lección del 24 de enero del 68, Lacan se refiere a la experiencia analítica  como un “artefacto”. La etimología de « artefacto » proviene del latín artefactum, « artis” (arte) y factum (hecho), lo que significa « hecho con arte » o « hecho con habilidad ». Otras referencias en relación a la palabra “artefacto”, plantean que generalmente se emplea respecto a algún aparato o artilugio desconocido o poco comprendido, que tiene un propósito preestablecido, cuyas funciones son perdurables o repetibles en el tiempo y que requiere de una cierta experticia o conocimiento para su correcta utilización. Sinónimos de artefacto son: dispositivo, máquina, herramienta, entre otros.

 

En el término arte-facto, confluyen además dos palabras: arte y acto; desde el inicio del seminario Lacan recurre habilmente, a la poesía de Rimbaud, para ubicar la dimensión creadora del acto analítico, en tanto está: ligado a la determinación de un comienzo, y especialmente ahí donde hay necesidad de hacer uno, porque no lo hay, (Lacan, 1967-68), planteamiento en el que encontramos la idea del acto como inaugural de lo inconsciente. El acto analítico de Lacan corresponde al modo renovado de su enseñanza, en la que va a concebir al inconsciente freudiano, estructurado como un lenguaje.

 

Este aforismo lacaniano, dará lugar a un desarrollo teórico que en este seminario partirá de las premisas lógicas del grupo de Klein, para resaltar el efecto de ruptura con el cogito cartesiano del: Pienso luego soy, que deja fuera al sujeto de la enunciación, e introducir la proposición negativa O no pienso o no soy, que corresponde a la elección forzada, conjunción disyuntiva, propia a lo inconsciente, al sujeto de la enunciación.

 

Aparece así, un primer artefacto, el cuadrángulo, con el cual buscará representar la estructura del acto analítico, es decir que ubicará los lugares que lo componen, así como las operaciones que lo producen, partiendo de la operación alienación hacia la operación verdad, pasando por la operación transferencia y la función del sujeto supuesto saber: el cuadrángulo es un instrumento dinámico, un artefacto lógico, una especie de maquinita -como lo llama Lacan-, con la cual la tarea psicoanalítica y su fundamento el acto analítico están representados en una lógica que es mas bien una topológica. Al final del seminario Lacan vuelve sobre el cuadrángulo, pero le da la dimensión de un tetraedro, de ese modo, ya no se trata de una figura plana, sino que adquiere la forma de un políedro tridimensional, con el cual se representa el giro que se produce en análisis del $ hacia el objeto “a”.

 

A lo largo del seminario encontramos que la tarea psicoanalítica está representada por Lacan, como una estructura, donde el sujeto aparece depurado de toda representación, quedando únicamente en la posibilidad de concebirse como lo que representa un significante para otro significante, y en cuyo intervalo se produce el objeto “a”, de este modo la dimensión significante es constitutiva del acto analítico, es decir que el acto analítico es un acto significante. Vemos entonces cómo la intención de Lacan, es sustraer la tarea psicoanalítica de formulaciones que tienden a tomar al sujeto por el Yo, enfatizando en la lógica (escritura) del discurso del analizante como el campo de intervención (lectura) del analista.

 

Viñeta clínica: Un paciente en consulta habla con tristeza de la posibilidad de ruptura con su pareja, enuncia las dificultades que ha tenido con su novia a causa de la anorexia de ella, él dice: ella no tiene hambre, eso ha perturbado la relación con él, aún en el plano sexual, se queja y continúa diciendo: “yo encambio tengo una enorme necesidad de sentirme deseado”, intervengo diciéndole: “se juntaron el hambre y la necesidad”, el paciente se sorprende, ríe y la sesión concluye. Regresa unos días después, se pregunta por “su necesidad”, continúa tejiendo su hilo de elaboración.

 

Otro artefacto, en tanto “arte-acto”, es decir “invención”, que Lacan introduce en este seminario, está en relación a la lógica de los cuantificadores y las negaciones, que le permitirán pasar de la lógica binaria a la lógica topológica, al establecer un inconsciente que piensa en términos de No sin, y No todo.

 

En éstos días, escuchaba a un niño de 9 años en la consulta, su sufrimiento está en relación a tomar las frases que le dicen en sentido literal, como en una sola vía, lo que muchas veces le impide y dificulta el intercambio con los otros. Este niño no logra comprender las contingencias y exige el cumplimiento de lo que se le dijo, sin variaciones. Esta situación se repite constantemente en su día a día, dice que su maestra o los adultos “mienten”, porque cambiaron lo que le dijeron, lo vive con mucha, ira, con dolor e incluso encuentra “maldad”, en esos cambios, se vuelve intolerante.

 

Este niño me hace pensar en la lógica del No todo, me pregunto: ¿si él se encuentra en la lógica del Todo, del Universal que se le impone?, así, sus expresiones son: “Nada puede cambiar. Todo debe permanecer igual”, o “Todos deben tocar la flauta como yo”, o “Ninguna maestra me entiende”. Un día en consulta dice: “me he dado cuenta que las profesoras piensan que todos somos iguales, no se dan cuenta que yo soy diferente”. Su “diferencia” lo excluye completamente de los otros e insiste en ello, es un Todo diferente o un Totalmente diferente.

 

Finalmente, volviendo al artefacto de la lógica, en este seminario he encontrado a un Lacan que valiéndose de una serie de artilugios transmite la idea de la función del analista en el acto analítico, como posibilidad de invención, de creación, del arte de hacer con el significante y el objeto “a”, de manera que el acto analítico implica la transmisión de un “savoir -faire”, donde el lugar de desecho del analista al final del análisis en tanto soporte del “a”, bien puede ser leído como la apertura en el analizante hacia un des-hacer y volver a hacer con el objeto “a”, dando lugar a un nuevo deseo, o como dice Rimbaud;

 

Un golpe de tu dedo en el tambor descarga todos los sonidos e inaugura la nueva armonía.
Un paso tuyo es la leva de los hombres nuevos y el comienzo de su andar.

Tu cabeza se mueve: ¡el nuevo amor!
Tu cabeza se vuelve: ¡el nuevo amor!

[1873-1875]